Porque las palabras nos hacen distintos a las demás especies.
Porque las letras forman parte de nuestra esencia.
Nuestra alma se materializa en papel y tinta y nos ayuda a revelar nuestras ideas e inquietudes. A través de ellas decidimos, reímos, enamoramos y lloramos. Por eso, cada símbolo que aparece en un papel nos determina.
¿Acaso existe algún otro pasaporte más utilizado y simple que nos lleve a la libertad de nuestros sentimientos?

viernes, 4 de noviembre de 2011

Eterno desconocido

Aún sin conocer el amor,
Sé que es bueno.

Es bueno porque la gente sonríe
Aunque su vida no conozca la luz.
Suspiran, liberándose con el aire,
De la carga de toda una vida sin comprender.
Los obstáculos se vuelven más pequeños
Y nuestras piernas toman la fuerza necesaria para combatirlos.
Todo se vuelve más fácil, todo se vuelve posible.

Mas, ¿quién soy yo para decir lo que es o no amor?
¿Quién es capaz de definir lo que es amar?
¿Acaso se puede reducir a un puñado de palabras?
¿Realmente se puede someter a las frías leyes del conocimiento?

Después de tantas historias,
De tantos dramas y tragedias,
Seguimos sin conocer al eterno desconocido:
A aquel amigo que nos sorprende por la espalda
Y nos enseña la belleza de lo más sencillo.

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