Porque las palabras nos hacen distintos a las demás especies.
Porque las letras forman parte de nuestra esencia.
Nuestra alma se materializa en papel y tinta y nos ayuda a revelar nuestras ideas e inquietudes. A través de ellas decidimos, reímos, enamoramos y lloramos. Por eso, cada símbolo que aparece en un papel nos determina.
¿Acaso existe algún otro pasaporte más utilizado y simple que nos lleve a la libertad de nuestros sentimientos?

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Feliz? ¿Yo? ¿Por amar?

En cada momento de mi vida, ésta me enseña cosas realmente sorprendentes y desconocidas para mí. En esta ocasión, por increíble que parezca, me ha enseñado que el amor también puede ser hermoso, además de ser doloroso y desesperado como tantas veces lo he conocido. Me siento tan desconcertada… ¿Feliz? ¿Yo? ¿Por amar? Parece un chiste de mal gusto. Aún así no creía sentirlo tan pronto… Esta vez me ha pillado desprevenida, tanto que tengo miedo de convertir este sentimiento en una nueva ola de sarcasmo.
Sin embargo, esta vez es distinta a las otras, nunca imaginé que sería así. Parece mentira, pero gracias a él no hay día que no salga a la calle con una sonrisa llena de ternura. ¡Por raro que parezca soy feliz con solo su existencia! No me importa que tarde en ser mío, ahora tengo toda la paciencia del mundo, en esta ocasión me parece un regalo poder disfrutar de tan dulce espera. He pasado por tantas aventuras, he recorrido tantos caminos por el sendero del amor, pero este no se parece en nada a los anteriores. Me siento estupenda y los demás lo notan ¡nunca creí que cabría tanta dulzura en mi corazón! Incluso hay una llamarada dentro de mi que me empuja a ser cada día mejor. ¿Cuántas horas habré pasado en el espejo imaginándolo? ¿Cuántas veces me he derretido al ver sus ojos brillar? ¿Y cuántas veces habré salido triunfal tras una sonrisa suya?
Sueño con sus palabras, con su atención y su dulzura. No me pertenecen, pero el simple hecho de percibirlas y saber que están allí, me dan una felicidad que ni el más apasionado beso me ha podido regalar.
Qué rara que soy y cada día más. A diferencia de otras historias, por el momento quiero ir despacio, muy lento porque ahora no le deseo a él, solo deseo conquistar su corazón tan despacio que cuando se dé cuenta ya me tendrá entre sus brazos. Y aún así, me sigue pareciendo extraño, es extraño que sonría embobada mientras escribo y pensar que él es feliz aunque no esté conmigo. Sigo sin comprender qué sucio truco está usando conmigo el destino, pero por ahora, por muy raro que sea, me siento dichosa por padecer tal sentimiento por el que tanto llegué a temer. Por lo que, destino mío, sigue con tu maléfico plan porque esta vez me voy a dejar arrastrar bajo tu hechizo.
¡Y QUE SE ENTERE TODO EL MUNDO!

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