Porque las palabras nos hacen distintos a las demás especies.
Porque las letras forman parte de nuestra esencia.
Nuestra alma se materializa en papel y tinta y nos ayuda a revelar nuestras ideas e inquietudes. A través de ellas decidimos, reímos, enamoramos y lloramos. Por eso, cada símbolo que aparece en un papel nos determina.
¿Acaso existe algún otro pasaporte más utilizado y simple que nos lleve a la libertad de nuestros sentimientos?

viernes, 3 de febrero de 2012

Y, lo peor, es que es cierto.

Qué puedo decir ahora que ya no me queda nada. Ahora que mis ilusiones se han ido con el viento que trae tu frialdad. Qué me queda ahora que mis sueños se han perdido. Y, sin embargo, lo peor, es que mi corazón aún no lo ha asumido.

¿Por qué no me lo dices de una vez? ¿Por qué no me dices que tus labios no me desean? ¿Por qué no me cuentas la verdad de tus sentimientos? Como si así pudieras tapar un poco mi herida. Como si así pudiera olvidarlo todo…

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