Qué puedo decir ahora que ya no me queda nada. Ahora que mis ilusiones se han ido con el viento que trae tu frialdad. Qué me queda ahora que mis sueños se han perdido. Y, sin embargo, lo peor, es que mi corazón aún no lo ha asumido.
¿Por qué no me lo dices de una vez? ¿Por qué no me dices que tus labios no me desean? ¿Por qué no me cuentas la verdad de tus sentimientos? Como si así pudieras tapar un poco mi herida. Como si así pudiera olvidarlo todo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario