Porque las palabras nos hacen distintos a las demás especies.
Porque las letras forman parte de nuestra esencia.
Nuestra alma se materializa en papel y tinta y nos ayuda a revelar nuestras ideas e inquietudes. A través de ellas decidimos, reímos, enamoramos y lloramos. Por eso, cada símbolo que aparece en un papel nos determina.
¿Acaso existe algún otro pasaporte más utilizado y simple que nos lleve a la libertad de nuestros sentimientos?

jueves, 23 de junio de 2011

Libro para el mes de junio 1

Ahora que ya que mi vida vuelve a estabilizarse poco a poco, trato de acercarme una vez más, a aquel mundo que tanto llegué a amar. Un mundo lleno de fantasía, dificultad y felicidad. Pero aquí estoy, tratando de volver a sacar brillo a este blog que abandoné para conseguir mi otro sueño: ser veterinaria. ¿Raro, verdad?


Volviendo al título de esta entrada, hoy voy a hacer memoria de uno de los más grandes de la literatura española, especialmente en la poesía. La antología poética de Antonio Machado.


Muchos de los que habréis estudiado para selectividad o, simplemente, hayáis hecho un bachillerato, habréis oído de él. Yo lo conocí así, por un trabajo, por un deber del que gracias a él conocí a la verdadera y desnuda poesía. Desde que empecé a escribir, la poesía la había mantenido aparte, creía que pertenecía a un mundo ajeno al mío, pensamiento totalmente erróneo. Recuerdo el día en el que comencé a buscar alguna poesía para completar mi trabajo, y en esas, no pude decantarme por ninguna. Todas me parecían de una calidad sensorial espléndida y quería seguir y seguir conociendo un poco más las desventuras de este poeta.
Entonces comencé a buscar a más poetas célebres que me hicieran sentir lo que me hacía sentir Machado. J.R. Jiménez, Lorca, Cernuda, Alberti... pero no me aportaban ese mundo tan transparente como me lo transmitían las poesías de Antonio.
Y así fue como me atreví yo a ser poeta, no pretendía llegar muy lejos con mis poesías pero disfrutaba con ellas y con eso me bastaba.


Por eso os dedico a Machado a aquellos a los que les guste la poesía llena de simbolismo y sentimiento, porque yo nunca me canso de leer y releer una o otra vez sus poesías que ya permanecen en mi memoria como un cúmulo de sensaciones que hacen palpitar a mi romántico corazón.


 A UN OLMO SECO

  Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido, 
con las lluvias de abril y el sol de mayo 
algunas hojas verdes le han salido.


  ¡El olmo centenario en la colina 
que lame el Duero! Un musgo amarillento 
le mancha la corteza blanquecina 
al tronco carcomido y polvoriento.


  No será, cual los álamos cantores 
que guardan el camino y la ribera, 
habitado de pardos ruiseñores.


  Ejército de hormigas en hilera 
va trepando por él, y en sus entrañas 
urden sus telas grises las arañas.


  Antes que te derribe, olmo del Duero, 
con su hacha el leñador, y el carpintero 
te convierta en melena de campana, 
lanza de carro o yugo de carreta; 
antes que rojo en el hogar, mañana, 
ardas en alguna mísera caseta, 
al borde de un camino; 
antes que te descuaje un torbellino 
y tronche el soplo de las sierras blancas; 
antes que el río hasta la mar te empuje 
por valles y barrancas,  
olmo, quiero anotar en mi cartera 
la gracia de tu rama verdecida. 

Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida, 
otro milagro de la primavera.


Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere 
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas ha de helarte el corazón.

2 comentarios:

  1. *-* me encanta machado, desde niña mi madre siempre me ha leido sus poesías, las suyas y las de bequer. Que bonita es la poesia *-*

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  2. já prometiste otro libro que no se me ha olvidado ¬¬
    quitando esa minucia, mola!! jeje joooo yo quiero leerte más a menudo porque es bonito lo que escribes.
    Un beso.
    Fa

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