Porque las palabras nos hacen distintos a las demás especies.
Porque las letras forman parte de nuestra esencia.
Nuestra alma se materializa en papel y tinta y nos ayuda a revelar nuestras ideas e inquietudes. A través de ellas decidimos, reímos, enamoramos y lloramos. Por eso, cada símbolo que aparece en un papel nos determina.
¿Acaso existe algún otro pasaporte más utilizado y simple que nos lleve a la libertad de nuestros sentimientos?

viernes, 13 de agosto de 2010

¿Dónde estás, amor?

Te busco en cada esquina y cada vez estoy más desesperada. No duermo por la noche ya que mi anhelo es demasiado grande como para evadirte. Has conseguido que me de por vencida pero, ¿dónde estás, amor? Hay tantos que te han encontrado, sin embargo, yo sigo paseando encogida por los parques fríos congelados por mi soledad. Yo también quiero que en mi corazón florezca un sublime cultivo, que lo consiga avivar. Que no tenga que escuchar una vez más el repiqueteo hueco de sus latidos. Y es que te necesito tanto…
Cierro los ojos con mi cuerpo triste y solo y despierto con un nuevo brote de esperanza marchito. Creo mis propias fantasías en una hoja de papel desafiando a mi suerte. Cuando sueño despierta, sueño con una fogosa pasión creciendo por mi cuerpo como un fuego que trata de poner alerta a todos mis sentidos. No estaría mal que mis cartas y mis baladas tuvieran al fin algún correspondiente que se las merezca y me las devuelva con la misma intención con la que yo lo hice. Planificar mi vida con otra persona simultáneamente. Uff, ojalá no fuera un simple sueño de novela romántica.

Por mucho que me fatigue, mi corazón no se rinde a buscarte. Voy cada día a algún sitio nuevo probando suerte a encontrarte de una vez. Es raro el día que mi cuerpo no reciba alguna falsa alarma. Es una expresión muy fea, pero franca. Se ilusiona pero, finalmente, se da cuenta de que no ha conseguido hacer derretir y fluir la sangre repartiendo fantasías. No me rendiré, lo tengo claro. Buscaré como pueda en todos los sitios, inclusive mi corazón. Repartiré dulzura y belleza en terrones, compartiré mi optimismo y mi sonrisa con quien quiera acompañarme. Y, posiblemente y con suerte, algún día logre que salgas de tu escondite para colarte en mis entrañas y sembrar una nueva primavera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario